HUGHES, CLOVIS
AMARANTA Rubios, pulidos senos de Amaranta, por una lengua de lebrel limados. Pórticos de limones desviados por el canal que asciende a tu garganta. Rojo, un puente de rizos se adelanta e incendia tus marfiles ondulados. Muerde, heridor, tus dientes desangrados, y corvo, en vilo, al viento te levanta. La soledad, dormida en la espesura, calza su pie de céfiro y desciende del olmo alto al mar de la llanura. Su cuerpo en sombra, oscuro, se le enciende, y gladiadora, como un ascua impura, entre Amaranta y su amador se tiende. RAFAEL ALBERTI (Cal y Canto)