SÉNECA
Conocido sobre todo como filósofo estoico y político de primera línea, Lucio Anneo Séneca (h. 4 a. C. 65 d. C.) es asimismo una figura fundamental del teatro latino. Autor respetado por el paso del tiempo, de él se ha conservado buena parte de sus obras, entre ellas las únicas tragedias romanas que han llegado hasta nosotros. Todas ellas son valiosas muestras del arte de Séneca, pero también de los factores temáticos, estilísticos, filosóficos y sociopolíticos que jalonaron el drama en la antigua Roma.
Pieza clave de su teatro, Medea ejemplifica a la perfección las semejanzas y, sobre todo, las diferencias entre la tragedia griega y la romana. Mediante dos ejes fundamentales la infidelidad de Jasón y los celos exacerbados de la protagonista, Séneca plantea una nueva interpretación del mito, en la que Medea ya no desempeña el papel de víctima, sino que se deja llevar por la irracional pasión de la venganza.
Filósofo y escritor, Lucio Anneo Séneca fue una figura tan representativa de su época como Cicerón de la suya. Nacido en Córdoba, hacia los inicios de la era cristiana, fue preceptor del futuro emperador Nerón y uno de los personajes más influyentes y poderosos de Roma cuando éste llegó al poder. Cortesano y político, amasó una gran fortuna mientras cultivaba la poesía y la filosofía. Se retiró de la corte (62 d.C.) para llevar una vida ascética pero, sospechoso de conjura, recibió orden de morir y se abrió las venas en el 65 d.C. Cultivó géneros muy diversos, pero sólo se han conservado íntegras sus tragedias, la sátira contra el emperador Claudio y obras filosóficas, entre las que destacan los diálogos (Sobre la brevedad de la vida, Sobre la tranquilidad del alma; etc.) y las Cartas morales a Lucilio.