PLUTARCO
Aprender a escuchar es tan importante como saber hablar bien. El placer y el conocimiento que se alcanza al escuchar a otra persona depende tanto de quien habla como de quien escucha. Ser un buen oyente, nos dice Plutarco, es un arte que todos deberíamos aprender. Hoy día encontramos por todas partes manuales, cursos y consejos para hablar en público, para ser elocuentes, convencer a los demás o impresionarlos con nuestros discursos, tanto en el trabajo como en la política, e incluso en la vida privada. Pero Plutarco nos revela que más importante que saber hablar, es saber escuchar. Todos deberíamos ser buenos oyentes si queremos, cuando llegue el momento, convertirnos en grandes conversadores. En un tiempo de ruido constante, de palabras que se lanzan como dardos contra los que no piensan como nosotros, la educación a través de la palabra es todavía una actividad tan necesaria como lo era en tiempos de Plutarco. Con su manera de escribir y educar siempre amena, con esa sabia erudición que nos sorprende, nos divierte y nos deleita en cada párrafo, Plutarco ofrece en este breve pero in
Plutarco (45-120 d. C.) creció en el seno de una familia culta de Queronea durante la dominación romana de Grecia. Su formación filosófico-religiosa le aproximó al estoicismo, manifestándose incompatible con la ética epicureísta. En su obra Moralia (denominada también Obras morales y de costumbre) Plutarco plantea las bases teóricas de su ideal moral, mientras que en Vidas paralelas refleja la plasmación práctica de dichos ideales en figuras arquetípicas de la antigüedad greco-romana. El diálogo Sobre el amor, cuyos precedentes literarios se hallan en el Banquete y el Fedro platónicos, se centra en una cuestión concreta y particular: ¿deberá el joven Bacón renunciar a sus amantes masculinos y casarse con Ismenonodora?; y otra más general, sobre la realidad y esencia misma del amor. Antonio Guzmán Guerra, profesor de la Universidad Complutense de Madrid, incorpora en esta edición, vertida directamente del griego, abundantes notas que contribuyen a la localización y contextualización de la gran cantidad de citas literarias con las que Plutarco solía adornar sus obras.