INFANTE MARTOS, JOSÉ
Solo decir que estos poemas fueron escritos como un viacrucis pasional, o mejor dicho, sobre los rastrojos y cenizas de una pasión devoradora y mortal, en el que conocí el abismo y la gloria. Transformados después en fantasmales imágenes de la misma pasión exhausta. Pero toda pasión es un artificio. También la vida y sus glorias fugares; la belleza y el arco de su conocimiento, el dolor y su herida de azufre venenoso, el tiempo y su lento y mortífero paso deslumbrante. El amor y sus gestos confusos. Su agonía y su esplendor. También la muerte y su largo descanso. Un artificio que la palabra nubla y enaltece, donde puede encontrarse un camino distinto y liberador. Toda palabra salva a pesar de la dificultad de su expresión. Incluso esa dificultad explica y naturaliza su significado, por muy oscuro que este sea. Los fantasmas siguen ahí, son nuestra vida. Y ellos, a veces, nos explican. José Infante.