LERA, SALVADOR / LERA PANIZO, SALVADOR
La escritura de Salvador Lera es eso, escritura, y como tal no soporta bien su conversión en otras palabras, por más que ella misma, testigo y leyenda, sea texto que da cuenta de otra cosa; pero, ¿qué cosa?, habrá que preguntarse.El borboteo rítmico, atractivo, de las palabras de testigo y leyenda (un itinerario) nos coloca en el estado de sentir que no tendrá fin, no lo tiene, y que va a sonar por encima de nosotros, de lo que somos capaces de articular al leer, como si se tratara de un fenómeno autónomo, humanamente cósmico (natural).Su disposición en minúsculas ya evita o disimula los topes gráficos reforzando la fluidez. A mí me resulta imposible leer este libro despacio, hay cierta precipitación del sonido que aspira las imágenes y las ideas llevándolas a su caudal. Ahí, en el caudal, es donde sucede la lectura.Imagino la puesta en voz de este libro en un espacio amplio, de grandes dimensiones o suficientemente oscuro como para no ver sus límites. Allí, distribuidos de un modo poco regular, habrá distintos puntos desde los que la voz se entregará a la letra con distintos ánimos: más calma, más incisiva,
Salvador Lera (provincia de Zamora, 1953). Reside en Madrid. Licenciado en Filosofía. Trabaja en Bibliotecas Públicas. Ha publicado los libros de poesía Paralelamente (Libros del Aire, 2012) y De la inversión (Colección Transatlántica, Ediciones Amargord, 2018). Una selección de poemas y fragmentos inéditos apareció en la revista Nayagua, núm. 22 (2015).