ARANDA LÓPEZ, MARÍA JULIA
La colección contiene once historias originales, cuyo germen fue el ser obras de teatro interpretadas por mis alumnos. Tras una remodelación, trataréis con personajes muy humanos, con valores éticos como la amistad, la solidaridad, el amor por la naturaleza y el medio ambiente. Todos muestran un buen humor relevante y temática diversa, desde la Navidad, desde distintas coyunturas, brujas, duendes, elementos de ficción y, muchos, muchos abuelitos, tan a tener en cuenta por su templanza y mano izquierda para con sus chicos y nenas.
Así, os toparéis con Papá Noel y la Estrella navideña, con Nevucón, un muñeco de nieve, con un molino encantador, Iván, un apasionado del fútbol, Quique, de admirable corazón, Manzanita, algo desobediente, unos reyes engañados, Paula, una mendiga, Dorila, la hechicera cantarina, una nubecilla despistada, e inclusive, mis perritos, los mejores compañeros de vida que te pueda tropezar.
Soy María Julia Aranda López, Julia para quienes me estiman. Nací a finales de agosto en Puertollano, en una casita nívea, tan blanca como los globos oculares que mi madre contempló tras el parto. Sí, soy invidente, sensible y valiente. Tuve la fortuna de no ser sentada en un rinconcito, cual un cojín. Por el contrario, en todas las etapas de mi vida se me ha exigido esfuerzo y constancia. Hasta los siete años fui muy dichosa, principalmente, porque en casa me enseñaban cuanto yo, siempre tan curiosa preguntaba y visitaba el campo con asiduidad. Tras este ciclo, fui conducida hasta un colegio de la ONCE donde en tres tardes me hice la dueña del sistema Braille. ¡Qué pasada! Aquellos seis puntitos mágicos me abrían paso a un universo maravilloso. Ya podía disfrutar de los cuentos palpando con mis deditos. Decidí que, mi lema en la vida es el de comunicar cuanto sé. Primero, como profesora de inglés, Lengua y Literatura, además de piano, esa fabulosa caja con ochenta y ocho notas con la que me transporto a lugares y situaciones de ensueño. Mi primer premio como escritora fue un reloj de puntos, en mi escuela por una composición sobre cómo imaginaría yo un día en el zoo. Entonces acababa de cumplir diez años. Ya en el Instituto, logré una mención de honor del Ayuntamiento de Leganés por un soneto dedicado a una sirena. El área de Cultura de Puertollano galardonó una carta de bienvenida al mundo que ingenié para mi sobrina Celia, mi ojito derecho en el 2015, titulada El Mundo entre tus Manos. Durante cuatro años me empleé en cuerpo y alma para publicar mi primera ópera prima: una novela realista, cuya nomenclatura es Los hombres de las corbatas, con una editorial laureada. Tuve el inmenso placer de compartir un curso de técnicas de escritura con quien se me figuraba un héroe por su paciencia y buen hacer, el tristemente fallecido Don Carlos Ruiz Zafón. Desde julio del pasado anuario me afano con esta colección de cuentos divertidos, tiernos y provechosos. Para los chavales, a quienes adoro.