VV.AA.
La entrada en vigor de la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género se presenta como una nueva forma de entender y afrontar este tipo de violencia sexista. La toma de conciencia por el legislador de la existencia de una herencia cultural calificable dé machista, se ha traducido en una ley de contenido multidisciplinar que pretende prevenir y erradicar estos actos de género como medio necesario para lograr la transformación social. Esto supone un esfuerzo real que va más allá del ámbito estrictamente penal y procesal y exige de la Administración y demás operadores jurídicos, que entran en juego ante un acto de violencia de género, una posición mucho más exigente y preventiva.