TILLY CHARLES
El autor ejerce en años recientes de una suerte de decano de los mejores estudiosos mundiales del conflicto social, un sector analítico en espectacular ascenso durante la última generación. En la cima de su carrera académica, parece natural que Charles Tilly, experto de muchos años en la investigación de huelgas, manifestaciones, rituales violentos, revoluciones, revueltas campesinas y demás fenómenos conflictivos, se interrogue sobre los aspectos comunes de esas múltiples expresiones de descontento y enfrentamiento entre seres humanos, a las que añade, entre otros, su observación de la «cólera al volante», el fanatismo futbolístico o el ataque del 11S contra las torres de Nueva York. El autor toma en consideración un amplio espectro histórico (donde aparecen entre otros episodios como la Semana Trágica de Barcelona de 1909, el conflicto en el País Vasco, la revuelta de Tiananmen de 1989, la rebelión británica del Capitán Swing, la invención de la manifestación en Francia, la torturada Irlanda del IRA y las explosiones de Watts y Detroit hace cuarenta años). y muestra también un impresionante dominio de la literatura especializada en una secuencia de disciplinas (sociología, historia, ciencia política, antropología). El estudio localiza las causas comunes de esos acontecimientos en la violencia ` colectiva a la vez que ilumina con precisión los tipos internos que esta presenta y que permiten ` entrever la diversidad de sus manifestaciones. Como ha sintetizado Elisabeth Wood (New York University): «Este libro, remarcable por su amplitud y sin embargo parsimonioso en su argumentación, es una contribución teórica seminal a nuestra comprensión de la violencia y la acción colectiva». El texto, además de esta componente conceptual y teórica, tiene una intencionalidad clara de carácter aplicado y pedagógico, que sintetiza en su conclusión el propio autor: La violencia I colectiva «está incesantemente entrelazada con la política no violenta, varía sistemáticamente según el tipo de régimen y cambia como consecuencia esencialmente de las mismas causas que operan en las zonas no violentas de la vida política colectiva. Entender tales causas nos ayudará a minimizar los daños que los seres humanos se infligen entre sí. En nuestra propia época de ` violencia, los defensores de la lucha política no violenta necesitan toda la ayuda que se les pueda brindar».
