QUINTERO, JESÚS
La televisión era una mina abandonada y saqueada. El pueblo vivía en permanente zapping. Los mercaderes y los políticos aprovechaban el medio más poderoso de todos los tiempos para vender su mercancía. España entera era una portería. A la televisión no le interesaba la cultura. En su circo no había lugar para los sabios, los filósofos, los intelectuales, los líderes de opinión, los creadores, los poetas, los hombres y mujeres que de verdad tenían algo que contar. En este desolador panorama, en este Apocalipsis de la comunicación, tuve la idea y el placer de grabar una serie de televisión con el escritor Antonio Gala. Se trataba de Trece noches , un programa a contracorriente que se emitió en Andalucía, con el que pretendíamos reivindicar el diálogo, el pensamiento, la sabiduría. Una mesa, una luz azul, dos hombres, la noche y la palabra eran los únicos elementos con los que se quería atraer la atención del espectador inteligente y sensible, cansado de artificio y basura. Durante trece noches, Antonio Gala y yo dialogamos en profundidad sobre trece temas de ahora y de siempre, como el amor, el dinero, la guerra, los mitos o el paso del tiempo. El resultado es un documento excepcional, imprescindible para conocer de cerca y a fondo a uno de los más brillantes intelectuales españoles del siglo xx.
Nacido en San Juan del Puerto (Huelva), fue un periodista, director y presentador de programas de radio y televisión considerados hitos de la comunicación en español. Colaboró con destacadas publicaciones escritas y es autor de libros como Cuerda de presos (Planeta, 1997) o Trece noches (Planeta, 1999). Inició su carrera en Radio Nacional de España y con El loco de la colina protagonizó la mayor revolución en la radio española: aportó un nuevo estilo que ha creado escuela y se convirtió en un auténtico fenómeno social cuya fama cruzó el océano y llegó a América.Su salto a la televisión se produjo en 1988 con El perro verde, donde supo trasladar el ambiente intimista de sus programas radiofónicos y tomó forma la atmósfera que sería su sello personal. Qué sabe nadie lo confirmó como el navegante solitario de una televisión distinta, de autor, imaginativa y profunda. Otros programas en los que dejó cumplida muestra de su maestría y de su decidida apuesta por la calidad y el humanismo fueron La boca del lobo, donde incorporó elementos y profesionales del mundo del cine, El lobo estepario, Cuerda de presos, programa con el que recorrió más de treinta prisiones y entrevistó a más de cien reclusos, y Trece noches, una serie de diálogos con el escritor Antonio Gala.Recibió más de ochenta premios, entre los que destacan el Ondas, el Ondas Internacional, el Rey de España de Periodismo y el Premio a la Originalidad Periodística del Club Internacional de Prensa.