DESPENTES, VIRGINIE / PRECIADO, BEATRIZ
Escribo desde la fealdad, y para las feas, las viejas, las camioneras, las frígidas, las mal folladas, las infollables, las histéricas, las taradas, todas las excluidas del gran mercado de la buena chica. Y empiezo por aquí para que las cosas queden claras: no me disculpo de nada, ni vengo a quejarme. No cambiaría mi lugar por ningún otro, porque ser Virginie Despentes me parece un asunto más interesante que ningún otro. Me parece formidable que haya también mujeres a las que les guste seducir, que sepan seducir, y otras que sepan casarse, que haya mujeres que huelan a sexo y otras a la merienda de los niños que salen del colegio. Formidable que las haya muy dulces, otras contentas en su feminidad, que las haya jóvenes, muy guapas, otras coquetas y radiantes. Francamente, me alegro por todas a las que les convienen las cosas tal y como son. Lo digo sin la menor ironía. Simplemente, yo no formo parte de ellas. Seguramente yo no escribiría lo que escribo si fuera guapa, tan guapa como para cambiar la actitud de todos los hombres con los que me cruzo. Yo hablo como proletaria de la feminidad: desde aquí hablé hasta ahora y desde aquí vuelvo a empezar hoy.
Virginie Despentes (Nancy, Francia, 1969) es novelista y directora de cine. A los diecisiete años dejó el instituto y se marchó a vivir a Lyon, donde encontró empleo en una tienda de discos, colaboró en revistas musicales, cantó en un grupo de rap y trabajó en un peep-show. La popularidad le llegó con su primera novela, Fóllame (Random House, 2019), quefue llevada a la gran pantalla. Desde entonces ha publicado Perras sabias, Lo bueno de verdad, Teen Spirit, Bye-Bye Blondie, Apocalipsis bebé (Random House, 2022) y la trilogía Vernon Subutex (Random House, 2016-2018), demoledor retrato de la sociedad contemporánea francesa que la ha reafirmado como una voz imprescindible de las letras francesas. Su ensayo Teoría King Kong (Random House, 2018), publicado por primera vez en 2006, la convirtió en uno de los referentes del posfeminismo.