ANTÓN, JOSÉ ANTONIO / PEÑAS, JOSÉ ANTONIO
El carro de combate, también llamado tanque, fue una solución a la problemática de poder seguir avanzando mientras se está bajo fuego enemigo. La idea de utilizar algún tipo de construcción móvil como protección es también una idea antigua. Los griegos construyeron grandes torres de asedios denominadas Helepolis. Los asirios tenían barreras móviles para sus arqueros. El Imperio romano tenía torres con armadura con ruedas y armadas con catapultas. Los polacos y checos construyeron carromatos de guerra blindados con metal en la Edad Media. Leonardo da Vinci diseñó vehículos de ataque con ruedas propulsados por hombres.
La mayoría de estas ideas antiguas se centraban en el asedio, donde las tácticas más comunes de maniobras y formación tenían un impacto menor. Los avances tecnológicos de la Revolución industrial amenazaron con convertir todas las guerras en un asedio de grandes proporciones; esto se conocería como guerra de trincheras.
José Antonio Fortea Cucurull (Barbastro, 1968) es sacerdote y teólogo especializado en Demonología. Cursó sus estudios de Teología para el sacerdocio en la Universidad de Navarra. Se licenció en la especialidad de Historia de la Iglesia en la Facultad de Teología de Comillas. Pertenece al presbiterio de la diócesis de Alcalá de Henares (Madrid). En 1998 defendió su tesis de licenciatura «El exorcismo en la época actual» dirigida por el Secretario de la Comisión para la Doctrina de la Fe de la Conferencia Episcopal Española. En octubre de 2001 fue nombrado arcipreste.
Entre sus obras destacan sus tres tratados sobre demonología (\"Daemoniacum\", \"Summa Daemoniaca\" y \"Exorcistica\"), que han sido traducidos a distintos idiomas. Compagina su trabajo de teólogo con su labor como párroco de Santa María Magdalena en Anchuelo (Madrid).
Página web del autor: www.fortea.ws