César Vallejo (1892-1938) es el poeta de la solidaridad con el sufrimiento y el dolor humanos, de la rebeldía y la lucha revolucionaria.
Luces de Gálibo quiere conmemorar el 75º aniversario de la muerte del poeta con esta edición de su mejor libro.
«En los días que corren, estos poemas -escritos al calor de los acontecimientos que hicieron historia entre 1923 y 1938- mantienen su universalidad y su dolorosa vigencia. Son, además, una lección que invita a conciliar lo social y lo político con la emoción poética, sacudiendo los fundamentos más sólidos de la lógica y del lenguaje. Si alguien le preguntara al lector qué libro regalaría si solo pudiera ser uno, espero que conteste al modo de Juan Gelman: esta edición de "Poemas humanos"» (Eduardo Chirinos).
Hoy me gusta la vida mucho menos, /
pero siempre me gusta vivir: ya lo decía. /
Casi toqué la parte de mi todo y me contuve /
con un tiro en la lengua detrás de mi palabra.
César Vallejo, uno de los poetas hispanoamericanos más destacables del siglo xx, nació en Santiago de Chuco, Perú, en 1892. Estudió medicina, filosofía, derecho y ejerció el magisterio. Constantes en la obra de Vallejo son la solidaridad con el sufrimiento humano, su rebeldía contra la sociedad, la fe en la utopía revolucionaria y la muerte. En 1918 publicó Los heraldos negros, su primer libro de poemas, de influencia modernista. Fue encarcelado en 1920 al ser acusado injustamente de robo e incendio durante una revuelta. En ese tiempo escribió algunos de los poemas que formarían su segundo libro, Trilce. En 1923 se trasladó a Europa. Estuvo en París, en donde conoció a Gris, a Huidobro, fundó la revista Favorables París Poema y terminaría siendo expulsado por razones políticas. En Moscú conoció a Maiakovski. En 1931 se trasladó a España, se afilió al Partido Comunista y publicó Rusia en 1931. Reflexiones al pie del Kremlin y su novela social Tungsteno. Al año siguiente regresó a París, en donde vivió de forma clandestina. Cuando estalló la Guerra Civil española, recogió fondos para la causa republicana y viajó a Madrid y Barcelona para participar en distintos congresos de escritores. Murió en París en 1938. Un año después se publicó su poema más político, España, aparta de mí este cáliz, y una recopilación de su obra poética con el título de Poemas humanos.