John Wheelwright, hoy ya maduro, anglicano y virgen por convicción, recuerda cómo, a los once años, él y su mejor amigo, Owen Meany, un extraño niño enclenque y bajito, de voz quebradiza y una excepcional facultad de predicción, jugaban al béisbol en una pequeña ciudad cuando éste, tras una pelota fuera, mata a la madre de aquél. A partir de ahí, Irving nos introduce en una extraordinaria historia, tierna y terrible, cómica y amarga a la vez, llena de acontecimientos anómalos y a veces hasta milagrosos. Y, poco a poco, descubrimos por qué la provocadora fortaleza de Owen, que se hace llamar «el instrumento de Dios», ejercerá de por vida una mágica fascinación espiritual sobre los actos y sentimientos de John, cuya visión del american way of life se encarna en un pequeño armadillo mutilado y en un maniquí sin brazos, vestido de rojo, remedo de la adorada y hermosa madre muerta, imágenes las dos de un mundo impotente falto de apoyos.
John Irving nació en
Exeter (New Hampshire) en 1942. Autor de numerosas novelas y narraciones
traducidas en el mundo entero, ha sido galardonado por la Fundación
Rockefeller, por el National Endowment for the Arts y por la Fundación
Guggenheim; asimismo ha recibido el O'Henry Award y el National Book Award, y
en el año 2000 mereció el Oscar por el guión para la película Las normas de la Casa de la Sidra, basado en
su propia novela Príncipes
de Maine, reyes de Nueva Inglaterra.