MILLER HENRY
Henry Miller llegó tarde al grupo de expatriados de los años 1920, entre los cuales escritores como Hemingway o Fitzgerald irrumpieron brillantemente en el firmamento literario. Para cuando Miller se trasladó a París, a instancias de su esposa June, América estaba entrando en la Gran Depresión y la sombra de Hitler comenzaba a moverse a través de Europa. Poco tiempo después, Miller conocía e iniciaba una larga relación con Anaïs Nin, a la que sigue hasta Nueva York en 1935.
El viaje y las experiencias vividas lo llevan a escribir ese mismo año este Nueva York. Ida y vuelta. Más diario que novela, y escrita desde el yo y la subjetividad propia del autor, esta obra es una larga y divertida carta que Miller dirige a su íntimo amigo Alfred Perlès, una carta llena de impresiones vivas y reflexiones escandalosas, en la que se incluye también un ameno fresco de su viaje, conformando así un retrato tan cómico como genial del autor y de su lugar de nacimiento.
En este volumen se añade la también carta del autor Vía Dieppe-Newhaven, donde nos narra un malogrado viaje a Londres desde París.
Henry Miller (Nueva York, 1891 - Los Ángeles, 1980), novelista y ensayista nacido en Brooklyn, su vocación literaria fue precoz, aunque su primera obra, Trópico de Cáncer, no se publicó hasta 1934, y fue prohibida por la Corte suprema de Estados Unidos, alegando que su contenido era obsceno. La obra de Miller es una constante autobiografía, en la que se mezcla la crítica social, la reflexión filosófica, el estudio de caracteres, el sexo, el surrealismo o el misticismo. En 1930 se instaló en París donde conoció a Anaïs Nin, quien en sus diarios habla extensamente de su relación amistosa y sexual con él. También en París, escribió Primavera negra y Trópico de Capricornio, ambas obras prohibidas en su país. Hasta 1964 la Corte Suprema de Estados Unidos no anuló la sentencia por obscenidad de sus libros. En 1939, su amigo Lawrence Durrell, lo invitó a visitar Grecia, donde escribió uno de sus mejores libros, El coloso de Marusi, un homenaje a la sensualidad mediterránea. De vuelta a Estados Unidos, emprendió un largo viaje en coche por su país, que describe en Una pesadilla con aire acondicionado. En 1942 se trasladó a vivir a California y empezó a escribir la trilogía La crucifixión rosada, formada por Sexus, Plexus y Nexus.