VIAN, BORIS
La primera edición de Je voudrais pas crever (No me gustaría palmarla) es de junio de 1962, tres años después del fallecimiento de Boris Vian.
En 2003, el ilustrador de Montréal Thierry Martin (Martin Matje) ideó el proyecto de una versión ilustrada de estos poemas de Vian. Brigitte Bouchard, la editora de Les Allusifs, fue la encargada de implicar a toda una comunidad de ilustradores cercanos a Martin Matje en las dos orillas del Atlántico.
Para celebrar el 50 aniversario del adiós de Boris Vian en nuestra lengua estos versos que les presentamos aquí. Varias generaciones de poetas, músicos, escritores, traductores, forman este Vianteam que se ha encargado de planear con irreverente elegancia por encima de unos poemas que han cobrado vida propia en nuestra lengua. Porque Vian inventa palabras, sí, para reírse de la muerte, con ironía y un especial sentido del humor (del mismo modo que inventan algunos de los participantes), porque ese lenguaje que le es propio también es absolutamente universal, accesible, como lo demuestran en este libro todos y cada uno de sus adaptadores y traductores.
Nació en
Ville d'Avray en 1920 y murió en París en 1959. Ingeniero, cantante,
trompetista, inventor, locutor, escenógrafo, traductor, vivió casi con furor
sus cortas, inquietas e intensas vidas paralelas, todas ellas en el
efervescente escenario parisino de la posguerra, donde frecuentó tanto los
grupos existencialistas más sesudos, como el de la revista Les Temps Modernes, dirigida por Jean-Paul Sartre, como las caves de jazz, donde él mismo tocaba y
desde las que hacía crítica de jazz en Hot
Jazz. Cultivó también la poesía, el cuento y, sobre todo, el teatro. Pero
por lo que es mundialmente conocido es en particular por sus novelas.