Publicado por primera vez en Buenos Aires, en 1947, Nadie encendía las lámparas reúne diez de los mejores cuentos de Felisberto Hernández.
Estas historias aúnan la mejor prosa del magnífico escritor uruguayo y los rasgos más característicos de su obra: el desarrollo de un relato llano, sobrio y de aspecto costumbrista en el que aparecen el mundo y el tiempo que le rodeaban; con sus viejas casas, los patios, la música, un antiguo teatro, un piano y, sobre todos ellos, una atmósfera de penumbra que desliza la historia hacia otras realidades que sobrepasan la imagen de lo cotidiano.
El volumen se inicia con el cuento que da título al libro. Su final es el mejor preámbulo para los nueve cuentos que le siguen: "El balcón", "El acomodador", "Menos Julia", "La mujer parecida a mí", "Mi primer concierto", "El comedor oscuro", "El corazón verde", "Muebles El Canario" y "Las dos historias".
Personaje singular e indispensable de la literatura fantástica latinoamericana. Felisberto ha sido reconocido, admirado e influyente en nombres como el de Cortázar, Borges, Onetti, Bolaño o García Márquez. La figura de Felisberto es clave en el Boom Latinoamericano. Pianista que se vio obligado a vender su piano para poder sobrevivir; fluctuosa vida amorosa, con diversos matrimonios e intermitentes amantes; describe lo cotidiano del mundo, los objetos, la infancia desde ese prisma de lo fantástico, influenciado por Proust o Kafka. Su vida transcurre entre música, letras, contradicciones, extrañamiento, inocencia y pasión.