Entre 1997 y 1999, una oleada de suicidios conmovió la pequeña localidad petrolera de Las Heras, situada prácticamente en medio de la nada y perteneciente a la provincia argentina de Santa Cruz, en la Patagonia. Los suicidas tenían, en su mayoría, alrededor de veinticinco años y pertenecían a familias modestas, oriundas de la zona. La periodista Leila Guerriero viajó a este desolado paraje, interrogó a los familiares y amigos de los suicidas, recorrió las calles, siempre desiertas, y visitó cada rincón del pueblo. Preguntó a los vecinos y a todo el que tenía una respuesta. El resultado es un relato descarnado que reconstruye esos trágicos episodios al tiempo que pinta la vida cotidiana de una comunidad alejada de las grandes ciudades. La realidad de Las Herás, con su alta tasa de desempleo y la falta de futuro para los jóvenes, plantea un enigma todavía no resuelto: los suicidios, como un destino funesto, siguen produciéndose hoy en día.
Leila Guerriero (Argentina, 1967) se inició en el periodismo en 1991, en la revista Página/30, del periódico Página/12. Es asidua colaboradora de distintos medios como La Nación, de Argentina, El País, de España, El Mercurio, de Chile y Gatopardo, de México, revista de la que también es editora. Además de Frutos extraños (2009, Aguilar Colombia), es autora de Los suicidas del fin del mundo (2005, Tusquets). En 2010 recibió el Premio Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano por su artículo "El rastro en los huesos", una crónica sobre el trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense publicada en El País Semanal y Gatopardo. Ha editado los libros Los malditos y Temas lentos para la Universidad Diego Portales.