En un pequeño pueblo situado junto al mar Blanco, al norte de la Unión Soviética, Vera espera todavía al hombre al que ama y que, treinta años atrás, en 1945, partió al frente. El joven narrador de esta historia queda fascinado por esa mujer cuando, en otoño de 1975, acude desde Leningrado a la remota región de Arjánguelsk con el. encargo de escribir un informe sobre las costumbres y tradiciones de las gentes que allí viven, un informe que él pretende convertir en sátira antisoviética. Sin embargo, al narrador cada vez le resulta más difícil contemplar con sarcasmo esos pueblos abandonados, míseros, habitados por ancianas que sólo hablan de hijos y maridos perdidos en la guerra. Se suceden los encuentros y las conversaciones con Vera, y con ellos crece la atracción que siente hacia la enigmática mujer, y también la intriga por la verdadera personalidad del soldado que dejó el pueblo en 1945.
Andreï Makine nació en 1957 en Krasnoiarsk, Siberia. Tras estudiar
en Kalinin y en Moscú, fue profesor de filosofía en Novgorod. En 1987, a los
treinta años, se exilió en Francia, donde reside desde entonces. Todas sus
novelas han sido traducidas a numerosos idiomas. En 1995 recibió por El testamento francés el Premio
Goncourt y el Médicis; La música
de una vida le valió el Grand Prix RTL-Lire en 2001. Sin embargo, pese
al éxito de sus novelas, Makine es un escritor, como afirma Bernard Pivot,
«demasiado secreto, reservado y exigente consigo mismo como para abandonarse a
la menor muestra de satisfacción hacia su propia obra».