ORTIZ DE URBINA GIMENO, ÍÑIGO
La doctrina jurídicopenal contemporánea se manifiesta de forma mayoritaria a favor de una elaboración dogmática orientada` a la política criminal. Si bien las características métodológicas de tal aproximación no resultan claras, uno de los extremos sobre los que existe más coincidencia entre sus partidarios es la pretensión de haber superado el positivismo jurídico y, con él, el formalismo. El presente estudio, dirigido tanto a los interesados en el Derecho penal como en la metodología del Derecho, muestra la inadecuación histórica y conceptual de la imagen del positivismo y del formalismo presentada por la doctrina penal y su efecto: la creación de un enemigo a medida. Históricamente, la derrota de este falso contrincante ha servido para fines muy diversos, que incluyen la ocultación del pasado nacionalsocialista de importantes juristas teóricos y prácticos alemanes. En la actualidad, su principal utilidad consiste en bloquear la reflexión metodológica: como en tantas otras ocasiones en las disciplinas sociales, la afirmación de haber dejado atrás algún planteamiento anterior pareciera excusar de la necesidad de plantearse las propias premisas. Cuando se hace, sin embargo, pronto se ve que la doctrina jurídicopenal actual está mucho más cerca de lo que quisiera de anteriores formas de hacer dogmática.