En este libro, John Roberts sostiene que para mejorar sus perspectivas de crecimiento y sus resultados, las empresas deben mantener una determinada relación entre su diseño organizativo, su arquitectura, sus rutinas y procesos, y su cultura de empresa. Escrito en un lenguaje nada técnico, el libro se fundamenta en una modelización rigurosa y en el uso de numerosos ejemplos, que van desde las organizaciones dedicadas a la compraventa de pieles en el siglo XVIII hasta las empresas más modernas como BP y Nokia.