MARTÍN ACEÑA, PABLO
El Instituto Oficial de Crédito nació en 1971 de un desastre financiero mayor: la quiebra de Matesa que hizo tambalear los pilares del crédito público. Al Instituto se le encomendó la tarea de modernizar y renovar la gestión de las entidades oficiales de crédito, logró el objetivo, aunque no de manera inmediata. De la historia del ICO se pueden extraer algunas enseñanzas. La primera es que, a la vista de lo aprendido, un organismo de distribución de crédito oficial como el ICO debe mantenerse vivo. Es cierto que, como la mayoría de los organismos que funcionan en una economía, stricto sensu, el ICO no es indispensable. Empero, si no existiese, lo mejor sería crearlo.
(Madrid, 1950) es catedrático de Historia Económica e Instituciones Económicas en la
Universidad de Alcalá. Ha sido decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la misma universidad. Su
participación en la comisión de investigación de las transacciones de oro procedentes del Tercer Reich durante la
Segunda Guerra Mundial le mereció la Cruz al Mérito Civil. Es autor y coautor de numerosas publicaciones, entre las que
cabe destacar: La política monetaria en España, La economía de la guerra civil y Un siglo de historia del sistema
financiero español