MUÑOZ MARTÍN, JUAN / TELLO GIL, ANTONIO (Ilustración)
I Comienza el viaje
II Se arma caballero
III La aventura de los molinos
IV Los galeotes
V Los cueros de vino tinto
VI Los rebaños
VII El entierro
VIII El carro de los leones
IX El titiritero
X Bodas de Camacho
XI La primera aventura
XII Los sederos toledanos
XIII El hospital de cuerdos
XIV Los pastores
XV Fin de viaje
XVI Don Ciriaco y su escudero
FRAY PERICO, CALCETÍN Y FRAY OLEGARIO, EL BIBLIOTECARIO, ACOMPAÑAN A FRAY EFRÉN HASTA SU CONVENTO DE LA MANCHA Y, DE PRONTO, EN UNA VENTA DEL CAMINO SE TOPAN CON UN HOMBRE DELGADO, DE ARMA DURA BIEN BRUÑIDA, LANZA Y ESCUDO. ¿DON QUIJOTE DOS SIGLOS DESPUÉS?
Juan Muñoz Martín nació el 13 de mayo de 1929 en Madrid, donde estudió Filología Francesa. Ha sido profesor de Lengua y Literatura en un centro de enseñanza madrileño a la par que se dedicaba a la literatura para niños. Además de escribir (siempre con papel y bolígrafo), su otra gran pasión es la lectura, especialmente de los clásicos.«La creación de un personaje no proviene de una inspiración repentina. Es un proceso de ideas de lecturas, de reflexiones, que proporcionan al autor un tema determinado», ha dicho.Es uno de los autores españoles que más venden, aunque poco conocido. Siempre modesto y discreto, su obra Fray Perico y su borrico ha superado ampliamente el millón de libros vendidos en el mercado de habla hispana. Todo un logro, sin duda.Juan Muñoz publicó en 1982 la primera aventura de El pirata Garrapata dentro de la Serie Naranja de la colección El Barco de Vapor. De esta serie se han vendido más de medio millón de ejemplares. Yolanda Álvarez ilustró las primeras historias, aunque pronto tomó el relevo el ilustrador Antonio Tello, que se convertiría en el dibujante oficial de la serie.En 1966 consiguió su primer reconocimiento literario, el Premio Doncel. Años más tarde, en 1979 llegó el Premio El Barco de Vapor por su libro más famoso, cómo no, Fray Perico y su borrico. Cinco años más tarde se hizo con el Gran Angular de novela juvenil por El hombre mecánico (1984). Ese mismo año obtuvo el segundo accésit de cuento corto Nueva Acrópolis. En 1992 consiguió el I Premio Complutense Cervantes chico de Literatura Infantil y Juvenil como el autor más leído por los niños.