LOMEÑA CANTOS, ANDRÉS
Sabemos que los filósofos andan un poco empanados desde que Tales de Mileto se cayó en un pozo de tanto mirar el firmamento. A otros pensadores igual de despistados los han pillado con las manos en la masa: hornean grandes ideas de las que salen sistemas filosóficos completamente alejados de la realidad. En realidad, un filósofo artesano debería ser como un maestro panadero que ofrece diferentes estilos y sabores: baguette (Descartes), pan cateto (Heidegger), barra de Viena (Wittgenstein), chapata (Vico) o mollete antequerano (María Zambrano). Asimismo, los filósofos suelen ser buenos cerveceros, pues la cerveza y el pan son hermanos gemelos. La filosofía no ofrece una de cal y otra de arena, sino pan (sustancia, materia) y muchas bebidas espirituosas (imaginación, posibilidad). Por eso algunos profanos consideran que un filósofo se parece más a un borrachín parloteando con sus colegas de profesión que a un panadero, aunque ya dijo Günther Anders: «Un filósofo que escribe solo para filósofos es tan absurdo como un panadero que solo hace pan para otros panaderos». Andrés Lomeña, autor de Filosofía
Andrés Lomeña (Málaga, 1982) es licenciado en Periodismo y en Teoría de la Literatura. Es también doctor en Sociología y colaborador habitual del "HuffPost". "Podio" es su primera novela, inspirada en la educación sentimental de su época de joven promesa de la natación.