VILLALOBOS SANTOS, FRANCISCO
Esta edición se configura como un jardín de la memoria, un templo interior poblado de lugares para la ensoñación, imágenes que funcionan como instrumentos meditativos u órganos sobre los que percibir el mundo. Dispositivos mnemotécnicos destinados a despertar en el visitante una resonancia especial, el recuerdo latente no de un tiempo pasado, sino de una condición ilimitada del momento que justo ahora se abre.
?El cultivo del jardín se me revela como imagen arquetípica que orienta el desarrollo de mi investigación y mi obra. El propio discurso adquiere sentido desde esta actividad del jardinero, el cual no opera de manera individualizada, sino cooperando y respondiendo a los dictados de la propia naturaleza, la cual brota indomable allí donde menos se espera, como irrupción de lo salvaje, lo desconocido, lo divino. El proceso creativo como un diálogo con las energías o ebulliciones que nos atraviesan bajo múltiples formas, dejando que los materiales vehiculen el proceso, que los múltiples lenguajes expresen sus secretos?.
El discurso como fuente de revelación inmediata. La expresión como una forma de desarrollo perceptual, donde los signos recuperan su poder creativo originario. La obra en su conjunto se presenta como talismán, punto de contacto y activación de esa mirada que nos permite enfocar el jardín que estamos cultivando, saborear sus frutos, deleitarse en sus aromas, dejarse conducir por la imaginación que sus lugares despiertan.