Una vez más he caído en la tentación de darles una última oportunidad a las palabras que he escrito en el periódico antes de que se las lleve el viento. Uno espera que al convertirlas en libro suenen de otra forma y sorprendan al lector por un flanco inesperado. Tejer y destejer la manga del jersey de Penélope a lo largo de los días con un ovillo con el que juega el gato, en eso consiste en el fondo la literatura. Este libro contiene el fluido de la vida que uno ha visto pasar desde cualquier acera, a través de la ventanilla de un taxi, en la terraza de una cafetería o mirando al techo tumbado en el sofá. Pequeñas historias y sensaciones, balas perdidas que se han perdido en el mar. Día a día, ola a ola es como el cuerpo llega feliz a la orilla
Manuel Vicent, escritor y periodista valenciano, ha publicado en Alfaguara, además de Tranvía a la Malvarrosa (1994) y Jardín de Villa Valeria (1996) -recogidas junto con Contra Paraíso en el volumen Otros días, otros juegos (2002)-, Pascua y naranjas (1966), Los mejores relatos (1997), Las horas paganas (1998), Son de Mar (Premio Alfaguara 1999), La novia de Matisse (2000), Cuerpos sucesivos (2003), Verás el cielo abierto (2005), Viajes, fábulas y otras travesías (2006), Comer y beber a mi manera (2006), León de ojos verdes (2008), Póquer de ases (2009) y Aguirre, el magnífico (2011). Colaborador habitual del periódico El País, una selección de sus artículos están recogidos en Nadie muere la víspera (2004).