FROMENTIN, EUGÈNE
Emparentada, por su tono confesional e introspectivo, con clásicos como Adolphe, de Benjamin Constant, esta novela aborda magistralmente la sutil complejidad de las pasiones, el desmoronamiento de los sueños y el eterno combate que libran la realidad y el deseo. Por boca de su protagonista, Dominique, que rememora su ya lejana mocedad, conoceremos su historia de amor con Madeleine d'Orsel -una constante promesa de felicidad que no llegará a realizarse-, sus primerizas ambiciones artísticas y su progresivo apartamiento del mundo.
Con una prosa mesurada y serena, teñida de hondo romanticismo, Fromentin traza una profunda meditación sobre el paso del tiempo, el crepúsculo de las ilusiones y la renuncia, quizá inevitable, a las esperanzas que alimentaron nuestra primera juventud.
Nació en La Rochelle en 1820. A los diecinueve años, se trasladó a París para cursar estudios de Derecho pero, una vez licenciado, abandonaría esta disciplina para dedicarse por completo a la creación. Fue un notable pintor y crítico de arte -su ensayo Los maestros de antaño está considerado un clásico del género-. Viajero infatigable, recorrió gran parte de Europa y del norte de África, experiencias que quedarían registradas en diversas crónicas y varios volúmenes de memorias. Dominique (1863) supuso su única incursión en el territorio de la novela. Inspirada en su amor de adolescencia por Jenny Léocadie Chessé -una mujer mayor que él, que falleció prematuramente tras casarse con otro hombre-, la obra cosechó encendidos elogios por parte de autores como Sainte-Beuve o Flaubert. Murió en su ciudad natal en 1876.