ALARCÓN, PEDRO ANTONIO DE
Cuando Pedro Antonio de Alarcón marcha, en 1859, hacia África, para cubrir con sus crónicas el desarrollo de la contienda hispanomarroquí, el corresponsal de guerra irrumpe en la historia del periodismo español. Junto a él, los enviados de los principales diarios y revistas españoles y europeos, que informarán acerca de esa guerra calificada de «romántica» por testigos e historiadores. Pero Alarcón une a su condición de periodista la de soldado voluntario, y pronto será adscrito al gabinete de prensa de O`Donnell. Un testigo, pues, de excepción, que a la veracidad de lo transmitido une la percepción del novelista, que hará desfilar por sus páginas personajes inolvidables no siempre recogidos por la Historia. El Diario es el ejemplo más importante del primer Alarcón. que siempre recordó con emoción y nostalgia esa aventura patriótica de su juventud. Literatura romántica. cargada de retórica en ocasiones, pero que es, además, el testimonio de un entusiasmo colectivo. Aunque sepamos que ese entusiasmo fue hábilmente propiciado por el gobierno de O`Donnell, y aunque constatemos lo inútil y costoso de la empresa, es difícil distanciarse, ante los textos alarconianos, del fervor de esos nuevos «cruzados», que llevando en su mochila el poema de Tasso, marchaban a la conquista de una soñada Jerusalén. El éxito de la obra fue extraordinario y se ha reeditado numerosas veces. Pero casi siempre utilizando el texto modificado por el autor veinte años después. Se publica ahora en su versión primitiva y con todos los grabados originales, sin más variante que la disminución del tamaño de éstos.
Mariano José de Larra (Madrid, 1809-1837) fue un conocido escritor y periodista del siglo XIX. Pasó sus primeros años en Burdeos, ciudad en la que su familia tuvo que refugiarse tras la expulsión de los franceses en 1812 por el cargo de su padre como médico militar al servicio de José Bonaparte. En 1818 volvieron a Madrid, donde Larra comenzó sus estudios de Medicina, que no acabó; más tarde se trasladó a Valencia y a Valladolid a estudiar Derecho. Fundó dos periódicos: El Duende Satírico del Día (1828) y El Pobrecito(1832-1833) y colaboró en diversas publicaciones. Escribió la novela El doncel de Don Enrique el Doliente (1834) y la obra de teatro Macías (1834), pero sobre todo es conocido por los Artículos de costumbres, donde hace un certero retrato crítico de la sociedad española de su época.