ABE, YARO
Esa minúscula taberna no tiene nombre, su dueño tampoco. Sin embargo, en el barrio de Shinjuku, todo el mundo los conoce. Abierta desde las doce de la noche hasta las siete de la mañana, acoge a los noctámbulos de Tokio: boxeadores, prostitutas, actores porno, policías y yakuzas acaban allí para tomar sake, caldo, ramen o sopa de miso, según lo que haya en la cocina. Cada plato da lugar a un encuentro, una historia.
La comida de la cantina, popular y sencilla, muchas veces actúa cual magdalena de Proust: el curry de ayer, la tortilla dulce o el mochi asado de repente retrotraen a los comensales a su infancia, su verano en el campo o su primera historia de amor. Las papilas despiertan recuerdos y las lenguas se desatan mientras el jefe prepara el plato
favorito de cada uno.
'La cantina de medianoche', cuya cuarta entrega se publica ahora en castellano, es un éxito en Japón, donde se han producido dos películas basadas en el manga, que también tiene serie televisiva en Netflix, con el título 'Midnight Diner: Tokyo Stories'.
(Kochi, Japón, 1963) estudia en la Universidad de Waseda, donde integra el club de manga. Trabaja durante casi veinte años como director en una agencia de publicidad y acaba debutando como mangaka a los 41 años, tras haber ganado el premio Shogakukan al nuevo talento en 2003. La cantina de medianoche, que empieza a publicarse en 2006, es un superventas en Japón.