FERNÁN GÓMEZ, FERNANDO
Algunos artistas elegidos parecen poseer el talento preciso para moverse de un campo artístico a otro, sin esfuerzo, dejando en todos la huella de su personalidad y buen hacer. Es el caso de este lujo de la escena española que se llama Fernando FernánGómez, del que reunimos aquí dos de sus libros clásicos: El viaje a ninguna parte y El tiempo amarillo. El viaje a ninguna parte es una excelente narración, contada con el pulso firme de alguien avezado en estas lides, en la que se nos relata la historia de unos «cómicos de la legua», cuya peripecia vital, pícara y variopinta tiene como telón de fondo la España dura de la hace unas décadas. La risa, el llanto, la ternura, el dolor, el amor y la muerte, todos los sentimientos y las pasiones humanos van entremezclándose en esta odisea en la que sólo al final descubrirá el protagonista el último destino y sentido de su viaje a ninguna parte. Por su parte, El tiempo amarillo brinda al lector una nueva y personalísima mirada sobre varias décadas de nuestro país, y también, y sobre todo, una profunda mirada del autor sobre sí mismo. una mirada distanciada y cercana a la vez, y que cristaliza en un lenguaje preciso que transmite y contagia sinceridad y emoción. Fernando FernánGómez (Lima, 1921) es uno de los actores y directores más populares y carismáticos del cine y del teatro español. Dramaturgo y guionista, ha cultivado también la poesía y la narrativa. Es autor de numerosos artículos, libros autobiográficos, novelas y relatos. Entre su prolífica obra, además de las dos obras clásicas que reunimos en este volumen, destacan El vendedor de naranjas, El mal amor, El mar y el tiempo, El ascensor de los borrachos, La Puerta del Sol, La cruz y el lirio dorado, Oro y hambre y Capa y espada. En 1977 obtuvo el premio Lope de Vega por su obra teatral Las bicicletas son para el verano y en 1995 recibió el premio Príncipe de Asturias de las Artes en reconocimiento a una vida dedicada a la cultura.
Fernando Fernán Gómez fue escritor, actor, guionista, director de cine y teatro, premio Príncipe de Asturias de las Artes en 1995 y miembro de la Real Academia Española desde el año 2000. Estudió Filosofía y Letras en Madrid, pero su verdadera vocación era el teatro y consiguió tras ser descubierto por Enrique Jardiel Poncela debutar en los escenarios con la obra Los ladrones somos gente honrada, inicio de su carrera artística.
A partir de 1984 destacó por su producción literaria: El vendedor de naranjas, El viaje a ninguna parte, El mal humor y El tiempo amarillo, su autobiografía. Pero la pieza teatral Las bicicletas son para el verano, donde presenta sus recuerdos sobre la guerra civil española, fue muy celebrada y rápidamente llevada a la gran pantalla.