El aprendizaje emocional constituye una valiosa aportación práctica al ámbito de la inteligencia emocional. Mediante temáticas como: las emociones, el sufrimiento, la autoestima, el proyecto de vida, las actitudes, entre otras, se brindan importantes elementos para trabajar a nivel individual y grupal. El texto tiende hacia el mejoramiento continuo y la calidad de vida emocional de la persona, motivándola a ser libre y sana de emociones negativas experimentadas en algunos períodos críticos de su vida. De manera que la inteligencia emocional también implica aprendizajes en la existencia, que redundarán en el bien interior de la persona que aprende de cada una de sus vivencias, sean agradables o difíciles.