JOHN CHEEVER
Cuando John Cheever murió, dejó tras de sí veintinueve cuadernos de notas que empezó a escribir en los años cuarenta y continuó durante más de tres decenios. Su compromiso cotidiano con estos diarios fue algo central en su vida, como elemento de trabajo, como refugio. ?Vivo en el presente -escribió-, el presente me da mi sustancia, mi esencia, el núcleo de mi utilidad.?
Estos Diarios son algo más que el conmovedor autorretrato de un artista del siglo XX. Leer este libro es introducirnos en la íntima sinceridad de sus palabras, en la angustia de un creador atormentado por la fragilidad de su talento, en la afanosa búsqueda de un atisbo de claridad en el confuso torbellino de la vida.
El insidioso relator de la vida cotidiana de las urbanizaciones estadounidenses creó una poética de la desilusión que ha alcanzado el indiscutible rango de clásica.
John Cheever es uno de los mejores escritores norteamericanos del siglo XX. Durante los años de su juventud fue un colaborador clave de la famosa revista The New Yorker, donde publicó muchos de sus cuentos. Atormentado por el alcoholismo y la depresión durante largos períodos de su vida consiguió, sin embargo, producir una de las obras más originales y sólidas de la narrativa contemporánea. Se lo considera el cronista más sensible e insidioso de la clase media estadounidense de los años cincuenta, al retratar con humor sutil las siempre difíciles relaciones familiares y la decadente vida en las zonas residenciales. Entre sus novelas se destacan La familia Wapshot (Emecé, 2003), La geometría del amor (Emecé, 2002), Diarios (Emecé 2004) o Cuentos y relatos, compilación que permaneció en las listas de libros más vendidos durante seis meses en su país natal. En 1979 recibió el Premio Pulitzer.