MISTRAL, SILVIA / G. DE GUILARTE, CECILIA
Bajo el título Diario de un retorno a dos voces se han reunido aquí 76 cartas ilustrativas de los dilemas de la vida en el exilio así como de los contratiempos del regreso tras la larga ausencia. Sus protagonistas son las escritoras republicanas Cecilia García de Guilarte y Silvia Mistral. Es esta una correspondencia escrita desde las dos orillas del exilio, México y España; comienza en 1973 y finaliza en 1987. Abarca, por tanto, un periodo decisivo en la evolución de las actitudes de los exiliados republicanos hacia el restablecimiento de relaciones con la España todavía franquista, periodo en el que se redefinen fidelidades políticas y en donde se empieza a adquirir una conciencia real de lo que será su participación en la transición y consolidación de la democracia española. Este intercambio epistolar constituye además un importante documento que contribuye, junto con los testimonios orales y las así llamadas «historias de la vida», a ampliar el escenario de la investigación historiográfica. En él se recogen temas todavía por estudiar como el acontecer cotidiano, las actividades domésticas o el ámbito de la vida privada de las mujeres en el exilio.
Cecilia García de Guilarte (Tolosa, 1915-1989). Periodismo y vocación literaria son los dos impulsos que contienden desde sus tempranos comienzos como escritora. En la década de los treinta escribió reportajes para la revista madrileña Estampa y las colecciones de relatos breves Locos o vencidos (1935), Mujeres (1935), Rosa del rosal cortado (1936) y Los ojos claros de Ignacio (1936). Durante la guerra civil ejerció como corresponsal para CNT Norte. Ya desde su exilio en México publicó Nació en España (1944) y colaboró habitualmente en Rumbo, Euzko Deya y Gernika, además de dedicarse a la escritura teatral: La trampa (1958), El camino y la cruz y Contra el dragón. Regresó a Tolosa en 1963. En 1969 le concedieron el Premio Águilas por su novela Cualquiera que os dé muerte y en 1975 vio la luz La soledad y sus ríos (Mención de honor del Premio Gabriel Miró).
Silvia Mistral (La Habana, 1914-México D.F., 2004). Su vida está marcada por la sucesión de éxodos que padeció: primero de Cuba a Galicia en 1920; después de vuelta a Cuba en 1926; y de repatriada a Barcelona en 1931. Pero fue, sin duda, su viaje a México como exiliada el que más honda huella dejaría en su trayectoria literaria y periodística y del que es producto Éxodo. Diario de una refugiada española (1940). Colaboró habitualmente para la prensa anarquista y durante el periodo de 1969-1972 escribió para el Diorama de la cultura del periódico Excélsior. Es autora asimismo del libro de prosas poéticas Madréporas (1944). En la última etapa de su vida se dedicó a la literatura infantil.
Mónica Jato es profesora de lengua y literatura españolas en la Universidad de Birmingham (Reino Unido). Ha publicado diversos estudios sobre la poesía española del siglo xx, sobre la cultura exiliada y la literatura autobiográfica. Entre sus ensayos destacan: El lenguaje bíblico en la poesía de los exilios españoles de 1994 (2004), María Beneyto: el laberinto de la palabra poética (2008), y la coedición de los volúmenes España en la encrucijada de 1939: Exilios, cultura e identidades (2007), Exilio y universidad (2008) y Mujer, creación y exilio (España 1939-1975) (2009).
Pseudo´nimo de Hortensia Blanch Pita fue una periodista y escritora nacida en Cuba, pero de ori´genes catalanes y gallegos. De pequen~a vivio´ entre Espan~a y la isla cariben~a donde hubo de abandonar los estudios a los quince an~os, hasta que se instalo´ con su familia en Barcelona ya durante la Segunda Repu´blica. Alli´ empezo´ a trabajar en un laboratorio qui´mico, pero sus inclinaciones literarias la llevaron pronto a colaborar en la prensa, realizando lu´cidas cri´ticas cinematogra´ficas en revistas especializadas. Cercana al anarquismo, escribio´ tambie´n arti´culos ilustrados con ima´genes de Kati Horna y el libro de prosas li´ricas Madre´poras (que ya publicamos anteriormente en esta coleccio´n) ilustrado por Ramo´n Gaya, que empezo´ a escribir durante el embarazo de su hija Silvia en 1942, y que constituye una de las muestras ma´s singulares de la literatura espan~ola escrita en el exilio. Adema´s de novelas comerciales (Rosas imperiales, La dicha esta´ aqui´), publico´ varios ti´tulos infantiles (La cola de la sirena, Mingo, el nin~o de la banda, La cenicienta china, La bruja vestida de rosa) y varios relatos (Esperanza, la miliciana), junto a cri´ticas y multitud de otras colaboraciones periodi´sticas en prensa y radio.