KEATS, JOHN
John Keats (1795-1821) tuvo apenas cuatro años, y dos de ellos lastrados por la enfermedad, para dejarnos una obra eterna que, al contrario que la de otros románticos más aclamados entonces, va ganando en valor con el paso del tiempo. Pocos poetas han buscado tan angustiosamente la belleza en su estado puro, el lirismo sin engaste. Quizás es este ideal tan alto que se marcó en vida el que hace que en sus poemas se respire a menudo una especie de melancolía de lo inalcanzable.
En una de sus cartas, pozos siempre de sabiduría intuitiva, explica lo que le diferencia de Byron: ?Él describe lo que ve y yo lo que imagino?. Keats necesita el estímulo de la belleza, proceda ésta del paisaje, de una obra artística o del amor, para dejarse ganar por la ensoñación lírica y ver desde ella cómo piensa el sentimiento, cómo siente el pensamiento, alzados los dos a una superior armonía. En muchos de sus poemas nos habla de ese ?espacio de mirada interior? en donde no existe el tiempo y desde donde se roza el ideal.
(Londres, 1795 - Roma, 1821) es uno de los poetas más grandes del Romanticismo europeo. Huérfano de padre desde niño y de madre desde los quince años, trabajó como aprendiz de cirujano y, posteriormente, estudió Medicina en el Guy?s Hospital de Londres, graduándose en Farmacia. Sus lecturas juveniles de Virgilio le proporcionaron una formación clásica, pero quien más le influyó fue su admirado Edmund Spenser. Pese al escaso éxito que tuvo, la publicación en 1817 de su primera obra, \"Poems\", lo animó a dedicarse con exclusividad a la literatura. Su siguiente libro, \"Endymion\" (1818), fue duramente recibido por la crítica, lo que le produjo una depresión que agravó su tuberculosis, enfermedad que lo acompañaría hasta la muerte. Mientras convalecía en casa de un amigo se enamoró de Fanny Brawne, quien le inspiró sus mejores versos, recogidos en el volumen \"Lamia, Isabella, The Eve of St. Agnes, and Other Poems\" (1820). Ese mismo año embarcó rumbo a Nápoles para intentar recuperarse de su mal, y unos meses más tarde murió en Roma, donde fue enterrado en el cementerio protestante bajo el siguiente epitafio: ?Aquí yace alguien cuyo nombre se escribió en el agua.? Pese a los pocos años que vivió su autor, la obra poética de Keats es una de las más altas y hermosas de la literatura inglesa y de las letras universales.