La autora superventas número 1 del New York Times Chloe Gong nos presenta su primera novela de fantasía para adultos. Inspirada en Antonio y Cleopatra de Shakespeare, Anhelos inmortales muestra un salvaje conflicto rebosante de intrigas, sangre y romance que tiene lugar durante la celebración de unos espectaculares juegos mortales.
Cada año, miles de personas llegan a San-Er, la capital del reino de Talin, porque en su palacio tienen lugar unos esperados juegos. Aquellos capaces de hacer que su conciencia salte de un cuerpo a otro pueden competir en una lucha a muerte para ganar riquezas inimaginables.
La princesa Calla Tuolemi vive oculta. Cinco años atrás, sus padres perecieron en una matanza que dejó el palacio de Er vacío
y fue ella quien la llevó a cabo. Antes de que las fuerzas del rey Kasa la atrapen, quiere terminar su trabajo y destruir la monarquía. Su tío, el rey, vive recluido, pero siempre felicita al ganador de los juegos en persona, así que si ella gana, tendrá una oportunidad de matarlo.
Anton Makusa es un aristócrata exiliado. Su amor de la infancia lleva en coma desde que ambos fueron expulsados de palacio, y él ha tenido que endeudarse mucho para poder mantenerla con vida. Por suerte, él es una de las personas que mejor domina el arte de cambiar de un cuerpo a otro en el reino. Su última oportunidad de salvar a su amor es entrar en los juegos y ganar.
Calla forjará una inesperada alianza con Anton y contará con la ayuda del hijo adoptivo del rey Kasa, August, que quiere solucionar los males de Talin. Pero los tres tienen metas muy distintas y, cuando comiencen los juegos a vida o muerte, harán lo que sea necesario para alcanzarlas.
Chloe Gong estudia Lengua Inglesa y Relaciones internacionales en la Universidad de Pensilvania. En las vacaciones aprovecha para regresar a su hogar en Nueva Zelanda o para visitar a sus numerosos parientes en Shanghái. Se sabe que Chloe aparece misteriosamente cuando alguien dice tres veces frente al espejo: Romeo y Julieta es una de las mejores obras de Shakespeare y no merece ser difamada por la cultura pop