SALLENT, LUISA
Mariano Fortuny i Marsal fue el artista español más internacionalmente conocido en el siglo XIX. Su pintura verista abrió el paso a la modernidad avanzándose a los impresionistas. Falleció en Roma de forma inesperada a la temprana edad de treinta y seis años, ahogado en su propia sangre.
Para esclarecer la causa de su muerte se ordenó hacerle una autopsia, dato éste muy poco conocido, aunque el resultado de la misma dejó más preguntas que respuestas. Su misteriosa muerte produjo un gran impacto y provocó una enorme cantidad de conjeturas que salpicaron de sospechas tanto al círculo íntimo de sus amistades como al familiar.
Fortuny nació en Reus el 11 de junio de 1838. Después de una mocedad llena de difi cultades, en el momento en que alcanzaba la gloria contrajo matrimonio con Cecilia Madrazo, hija del prestigioso pintor Federico de Madrazo, director del Museo del Prado y pintor de la Casa Real.
Tras años de intensa investigación documental, esta biografía novelada se ha mantenido fi el a las situaciones y los personajes reales. La única excepción es la invención de la fi gura del narrador.
Hoy en día, la ignorancia sobre Mariano Fortuny i Marsal lleva a que la gente confunda su vida con la de su hijo, que también se llamaba Mariano y fue famoso en otras vertientes del arte: la fabricación y estampado de telas y la iluminación eléctrica de escenarios.
Luisa Sallent, pintora y escultora que ha vivido de su arte, sabe lo duro que es mantener una familia con un trabajo basado en la inspiración y en la aceptación del público. Por ello, al escribir sobre el pintor Fortuny, su experiencia personal le ha permitido penetrar de modo progresivo en los sentimientos, ilusiones y zozobras del artista.
Luisa Sallent nació en la villa de Ripollet, el 12 de diciembre de 1934. En su carácter influyó profundamente el entorno, muy especial, fruto de la posguerra y de la situación familiar que rodeó su infancia. Ha pasado por etapas tan diversas que le hacen tener la sensación de haber vivido varias vidas: ha sido modelo de alta costura, esposa y madre, y tardíamente descubrió sus dotes como pintora y escultora.
Alma libre y avanzada a su época, su vinculación al campo le ha llevado a ser una persona natural e intuitiva. Su historia personal le ha concedido una perspectiva desde la que ha podido tomar conciencia de que, en la vida, es más importante «ser» que «poseer».
