SANTA OLALLA TOVAR, MIGUEL
Desconfiaba de este libro porque el tema del anterior me pareció morboso, y cuando lo empecé a leer, sinceramente, fruncí el ceño.
Pero me dí una oportunidad, y no me he arrepentido: la intriga te absorbe de tal manera que lo que pesabas que era algo corriente se convierte en un acto de comprensión, nada de justificaciones, sino imágenes de una vida tras otra, generaciones distintas que se truncan y que, en actos de rebeldía, buscan por todos los medios la felicidad, con desesperación por encima del bien y del mal, sin distinguir la delgada línea que existe, si es que la hay, entre la locura y la cordura. Sin embargo, la fuerza por vivir y salir adelante es una constante en la novela y es este positivismo lo que al cerrar la tapa al terminarla te obliga a soltar el aire que has contenido todo el tiempo mientras la leías, pues aunque tenga un final totalmente imprevisible es un alivio llegar a un final por fin. No te arrepentirás, terriblemente humana, puede aterrarte, pero te aseguro que algunas familias han pasado por esto y sigue ocurriendo.
Desconfiaba de este libro porque el tema del anterior me pareció morboso, y cuando lo empecé a leer, sinceramente, fruncí el ceño.
Pero me dí una oportunidad, y no me he arrepentido: la intriga te absorbe de tal manera que lo que pesabas que era algo corriente se convierte en un acto de comprensión, nada de justificaciones, sino imágenes de una vida tras otra, generaciones distintas que se truncan y que, en actos de rebeldía, buscan por todos los medios la felicidad, con desesperación por encima del bien y del mal, sin distinguir la delgada línea que existe, si es que la hay, entre la locura y la cordura. Sin embargo, la fuerza por vivir y salir adelante es una constante en la novela y es este positivismo lo que al cerrar la tapa al terminarla te obliga a soltar el aire que has contenido todo el tiempo mientras la leías, pues aunque tenga un final totalmente imprevisible es un alivio llegar a un final por fin. No te arrepentirás, terriblemente humana, puede aterrarte, pero te aseguro que algunas familias han pasado por esto y sigue ocurriendo.