VICENT, MANUEL
Me gustaría que se leyera este libro como se entra en una habitación íntima, en una tarde de lluvia, y uno se pone cómodo, se sirve un té o una copa y se siente a gusto sin necesidad de ir a otra parte. Esta habitación unas veces será luminosa con la ventana abierta por donde llegan los perfumes desde el fondo de la memoria. otras, podrá ser cálida y confortable, y bastará con observar el pavimento de madera, los cuadros , los muebles, las fotos amarillas que se guardan en el álbum, mientras suena una música de jazz. Si el lector, al terminar el libro, cree que ha pasado la tarde en el mejor lugar de la propia casa que le duele abandonar, podré imaginar que he escrito lo que quería. Vendería el alma al diablo antes que refugiarme en la nostalgia. Éste sólo es un espejo interior donde se refleja el tiempo vivido. Sale a la venta el 10 de noviembre
Manuel Vicent, escritor y periodista valenciano, ha publicado en Alfaguara, además de Tranvía a la Malvarrosa (1994) y Jardín de Villa Valeria (1996) -recogidas junto con Contra Paraíso en el volumen Otros días, otros juegos (2002)-, Pascua y naranjas (1966), Los mejores relatos (1997), Las horas paganas (1998), Son de Mar (Premio Alfaguara 1999), La novia de Matisse (2000), Cuerpos sucesivos (2003), Verás el cielo abierto (2005), Viajes, fábulas y otras travesías (2006), Comer y beber a mi manera (2006), León de ojos verdes (2008), Póquer de ases (2009) y Aguirre, el magnífico (2011). Colaborador habitual del periódico El País, una selección de sus artículos están recogidos en Nadie muere la víspera (2004).