WEIZMANN, CHAIM
Este libro es la autobiografía de un hombre singular y la historia del renacimiento de una nación. De un hombre que desde una oscura aldea de Rusia, llegó, en un esfuerzo maravilloso, a ser el conductor de su pueblo que después de dos mil años vuelve a la tierra de sus antepasados: Israel.
Sorprendente proceso histórico que se convirtió en realidad el 29 de noviembre de 1947, cuando las Naciones Unidas reconocieron la independencia del estado de Israel, el que poco después elegía como primer presidente al Dr.Weizmann.
Ambos acontecimientos eran la etapa final de una larga senda llena de vicisitudes, que hubo de recorrerse para la realización de un ideal, que era el de millones de seres dispersos por el mundo.
Con una fantástica memoria, con un sentido de comprensión de hechos y hombres, con un humor y un cultura sorprendente, el Dr.Weizmann, nos pone en contacto con diplomáticos, hombres de estado y de ciencia, financieros y filántropos como: Lord Balfour, Maurice de Rothschild, Lawrence de Arabia, Max Nordeau, Einstein, Lloyd George, León Blum, Summer Welles, y otros, cuyo trato frecuentó en su larga y fecunda vida.
Chaim Weizmann nacio´ en 1874 en Bielorrusia. Fue qui´mico, li´der sionista y primer presidente del Estado de Israel. En 1899 obtuvo la licenciatura en Qui´mica en la Universidad de Friburgo y, unos an~os ma´s tarde, el doctorado en la Universidad de Ginebra. Trabajo´ como investigador en el Reino Unido, obtuvo la nacionalidad brita´nica en 1910 y, durante la Primera Guerra Mundial, dirigio´ los laboratorios del Almirantazgo, donde su mayor logro fue el hallazgo de la acetona, un ingrediente esencial en la produccio´n de explosivos. Tambie´n descubrio´ la funcio´n de la fermentacio´n bacteriana en la produccio´n de qui´micos industriales. A principios del siglo XX ejercio´ una labor crucial como li´der sionista, convirtie´ndose en la principal figura del llamado «sionismo sinte´tico». A pesar de su intensa participacio´n en el a´mbito poli´tico internacional, jama´s abandono´ su labor cienti´fica, como testimonia la fundacio´n del Instituto Weizmann en 1934. En febrero de 1949 fue elegido primer presidente del recie´n creado Estado de Israel, cargo en el que dio muestras de su gran aprecio por la diplomacia, que ya habi´a desarrollado en sus relaciones con figuras claves del Reino Unido, pai´s que fue de gran importancia en el reconocimiento de la soberani´a de Israel. Weizmann fallecio´ el 9 de noviembre de 1952. Sus restos yacen, conforme a sus deseos, en el campus del prestigioso Instituto de Ciencias que lleva su nombre en Israel.