MARGOT MOLINA / MOLINA, MARGOT
La ciudad del paraíso, como la bautizó Vicente Aleixandre en sus sentidos versos, colgada del imponente monte, apenas detenida/en tu vertical caída a las ondas azules, se abre ante el visitante como un libro de historia: en apenas unos metros conviven el teatro romano, la Alcazaba andalusí, el Museo de Málaga en el imponente edificio de la Aduana del siglo XIX y el Museo Picasso. Además Málaga, acostumbrada a recibir gentes de todo el mundo a través de su puerto, presume de su carácter abierto y cosmopolita. Es imprescindible contemplar la escena internacional del arte contemporáneo, saborear una buena fritura de pescado o pasear por el Palmeral de las Sorpresas y sentarse a tomar algo en algunos de los locales del Muelle Uno con la vista perdida en el casi siempre tranquilo Mediterráneo. Málaga lo tiene todo y con la ayuda de esta guía, el viajero podrá sacar el máximo partido a la ciudad.
Nacida en Málaga, llegó a Sevilla en 1988 para unos meses que se han alargado hasta hoy. Margot Molina es periodista y viajera o viceversa, según el momento. De sus antepasados romanos ha heredado una máxima que rige su vida: carpe diem. Ese gusto por vivir el momento del que se contagian todos aquellos que, como ella, se dejan embaucar por Sevilla. Especialista en periodismo cultural, sección de la que se ocupa en el periódico El País desde ese mismo 1988, ha viajado por buena parte del mundo (Europa, África, Oriente Medio, Asia y América) y ha escrito sobre sus periplos en el periódico en el que trabaja y en revistas especializadas.
