MARIN, GELU
Muchas personas de buena voluntad aún desconocen (porque se les ha ocultado, y porque tampoco han tenido la oportunidad de viajar a lugares lejanos) que el islam (que significa sumisión) no es una religión al estilo o entendimiento a como se pueda comprender en Occidente. En verdad y en realidad, el islam es una norma y una forma de control y dominio absoluto de la voluntad y el pensamiento individual y colectivo que lo abarca todo, y en donde, y por ejemplo, y solo por el hecho de ser mujer o niña, la persona o entidad ya es catalogada con el término de impura o pecadora. La amplitud y extensión de esta realidad es posible gracias a la conjugación de tres factores principales: 1. La guerra, el hostigamiento y el conflicto permanente contra otras naciones y territorios que aún no son musulmanes. 2. La exagerada incentivación de la natalidad en sus áreas de dominio y control. 3. La conquista de los territorios kufr o kafir (los que no aceptan el dominio y la autoridad de Alá) debido a la importación o inmigración de estos seres hacia los lugares en los cuales no rigen sus preceptos.