MATURANA,VICENTA
Una necesidad de clarificar el mundo, de volverlo más lúcido y sincero, mueve los versos de Vicenta Maturana. Como si una sola voz no bastase a su propósito, la autora cultivó numerosas formas poéticas -incluyendo el poema en prosa, en el que resultó pionera en nuestro idioma- y en cada una dijo con un tono y con distinto rigor, desde la ligereza del amor juvenil hasta el dolor del olvido, desde la indagación descarnada de la propia miseria hasta la crueldad burlona de la sátira. Con una capacidad admirable para pasar de lo leve a lo grave, y de las cosas pequeñas a las grandes cuestiones, Vicenta Maturana aunó en su obra el orden ilustrado y la emoción romántica, conformando una visión sobre el saber, el sentido de la vida y el rol de las mujeres capaz aún hoy de interpelarnos.
Vicenta Maturana nació en Cádiz en 1793. Recibió una formación de espíritu humanista, muy completa para una mujer criada en el siglo XIX. Fue camarista de la reina María Josefa Amalia de Sajonia entre 1816 y 1820. Estando a su servicio, reunió sus poemas en el volumen "Ensayos poéticos". En 1833 su marido y su hijo se unieron al bando carlista durante la guerra, debiendo ella exiliarse en Francia con sus hijas. Su libro "Himno a la luna" (1838) es uno de los primeros ejemplos en nuestro idioma de poemas en prosa. En 1847 se estableció definitivamente en Alcalá de Henares, donde murió en 1859.
