MALA RODRÍGUEZ
Sevilla, barrio de La Macarena. En las calles suenan cortes flamencos mientras María Rodríguez pinta sus primeros graffitis en las paredes, ocultándose de la policía. Pero no firma como María, sino como La Mala y así empieza la historia de la primera gran rapera: Mala Rodríguez. Estas son sus memorias: sus años de infancia, su inicio en la música, el mundo que descubrió con ella y del que ya jamás se soltaría. La vida de la Mala es una lucha constante y feroz por demostrar que el mundo del hip hop no solo tenía un hueco para ella; la necesitaba.