LIA LOUIS
Condenadas a un prostíbulo se atreven a negarse, plantar cara y reclamar justicia. El país de Arketta las llama las Chicas de la Buena suerte, pero saben que suerte es lo único que no tienen. Siendo niñas, las venden a las Casas de Bienvenida, donde les hacen una marca maldita. A partir de aquí, quedan atrapadas en una vida que no han elegido.