Solitario, cínico y escéptico, Philip Marlowe es, junto a Sam Spade, el detective más famoso de todos los tiempos. De algún modo, todos los grandes detectives que a partir de los años cuarenta ha dado la novela negra no hacen más que recrear al inolvidable Marlowe, concebido inicialmente por Raymond Chandler como una suerte de alter ego. Este volumen contiene íntegramente las siete novelas y los dos cuentos protagonizados por Philip Marlowe, principio y final de su obra: El confidente (1934) y, ya póstumamente, El lápiz (1961). Entre ellos, El sueño eterno (1939), la primera gran novela negra de Chandler, en la que el detective investiga el chantaje a un anciano millonario por la deuda de juego de una de sus hijas. En Adiós, muñeca (1940), para muchos su mejor obra, sigue al gigante Moose Malloy en la búsqueda desesperada de su «pequeña Velma», pero termina enredándose en las turbulencias de un hampón. En La ventana alta (1942), lo que persigue es el rastro de una moneda valorada en una fortuna para acabar donde suele: en las alcantarillas del engaño, la violencia y el delito. En La dama del lago (1943) la corrupción y el crimen se desencadenan tras la desaparición de una mujer sin atributos. La hermana pequeña (1949) servirá de transición a El largo adiós (1954), la cima del género negro y de Chandler, quien aún nos regalará Playback (1954).
Naceu o 22 de xullo de 1888 en Chicago e morreu o 26 de marzo de 1959 en La Jolla (California). Viviu en Inglaterra e educouse tamén en Francia e Alemaña. Foi soldado (participou na I Guerra Mundial, tras a que volvería a Estados Unidos), empregado de banca, xornalista e executivo dunha petroleira. A partir de 1933 decidiu dedicarse unicamente á escritura. Algunhas das súas obras con máis sona son The big sleep, onde aparece por primeira vez o seu personaxe máis famoso, Philip Marlowe; Farewell, my lovely; The lady in the lake e Five murderers. Nos seus relatos, como nos de Hammet, podemos atopar a xénese da novela negra norteamericana, na que o importante non é saber quen comete o crime, senón por que se cometeu ese crime.