Es difícil empezar a leer las historias en principio modestas, de una engañosa sencillez de Los peces de la amargura y no sentirse conmovido, sacudido a veces, indignado por la verdad humana de que están hechas, una materia extremadamente dolorosa para tantas y tantas víctimas del crimen basado en la excusa política, pero que sólo un narrador excépcional como Aramburu logra contar de manera verídica y creíble. Un padre se aferra a sus rutinas y aficiones, como cuidar los peces, para sobrellevar el trastorno de una hija hospitalizada e inválida. un matrimonio fastidiado por el hostigamiento de los fanáticos contra un vecino, espera y desea que éste se vaya de una vez. un joven recuerda a su compañero de juegos. que luego lo será de atentados. una mujer resiste cuanto puede los asedios y amenazas, para no marcharse... A manera de crónicas o reportajes, de testimonios en primera persona, de cartas o relatos contados a los hijos, Los peces de la amargura , recoge fragmentos de vidas en las que sin, dramatisrno aparente, de modo indirecto o inesperado es decir eficaz, asoma la emoción y, con ella, la denuncia y el homenaje.
Fernando Aramburu nació en
San Sebastián en 1959. Es licenciado en filología hispánica por la Universidad
de Zaragoza y desde 1985 reside en Lippstadt, localidad alemana donde trabaja
como profesor de español. Considerado ya como uno de los narradores más destacados
de su generación, ha recibido, entre otros, el Premio Ramón Gómez de la Serna
1997 y el Premio Euskadi 2001. En otoño de 2006 se estrenará la película Bajo las estrellas, basada en su novela El trompetista del Utopía.