LOLA VALLE
La autora escapa, palabra arriba, hacia su propio pasado. Este es, sobre otros, el misterio de la fragilidad de las imágenes y aromas que colman sus relatos. No viste madre que cuando me llamabas de madrugada, yo ya estaba despierta y que con una linterna alumbraba un libro. Quería leerlo antes de devolverlo al bibliobús. ¿No escuchaste el solitario mundo de mis sueños?ö.. El mundo interior de Lola celebra el efímero fulgor de los instantes. Contempla la vida mientras se agranda el silencio. Hundía sus nudillos en la lana, sus manos se movían diestras hasta emparejar el viejo colchón y cubrirlo con las sábanas de lienzo, muy blancas y muy bien remendada