SEBASTIÁN ÁLVARO Y JOSE MARI AZPIAZU
La belleza del Ártico y del Antártico, con sus paisajes helados, fascinó a muchos marinos, pero pasó a un segundo plano al contacto con la cruel realidad y el espanto que producía la inexorable presión de los hielos que acababa atrapando sus barcos. La historia de la conquista de los polos que supera la ficción más abrumadora está cubierta de heroísmo, dramas y tragedias, de los que podemos extraer lecciones fundamentales para afrontar la vida.