«Llamadme Travel.» Así comienza el relato de su aventura el narrador de esta extraordinaria novela, un hombre que viaja a Murania tras las huellas de un hispanista que recorrió la región en los años treinta. Es tiempo de fiestas, de «pandorgas y venerandas», y, por intrigas del conductor que lo recoge en el camino, Travel es arrestado en relación con la oscura desaparición de una joven. Desde el calabozo siente que, fuera, la muchedumbre quiere lincharlo. Y ni las conversaciones con los guardias ni la huida, frustrada, logran rescatarlo de la pesadilla, que por momentos parece diabólica y después tal vez sea una extraña y peculiar estratagema. Con los referentes cinéfilos de Sed de mal, de Orson Welles, o Al final de la escapada, de Godard, el narrador no puede dejar de pensar en el destino y la culpabilidad, el desamparo o la traición, mientras trata de reconstruir, con obsesión, sediento de sal, la red y los intereses de los posibles culpables.
Gonzalo Hidalgo Bayal nació en
Higuera de Albalat (Cáceres) en 1950. Es licenciado
en filología románica y en ciencias de la imagen por la Universidad Complutense
de Madrid. En la actualidad enseña literatura en un instituto de Plasencia.
Autor de dos ensayos literarios, Camino de Jotán
(1994) y Equidistancias (1997), Hidalgo Bayal se ha ido imponiendo como
un narrador singular y dotadísimo con obras como Mísera fue, señora, la
osadía (1988), El cerco oblicuo (1993) y Amad a la dama
(2002), y como una deslumbrante revelación con las dos novelas que Tusquets Editores ha
rescatado para su catálogo y que pronto se han convertido en obras de culto: Paradoja
del interventor (Andanzas 599), finalista del Premio Llibreter
2006, y Campo de amapolas blancas (Andanzas 660), saludada como «el
descubrimiento literario del año». (A.S. Harguindey, El
País). Con El espíritu áspero, Gonzalo Hidalgo Bayal
nos entrega ahora su novela más ambiciosa, un verdadero festín literario, donde
se alternan episodios joviales con consideraciones literarias o funden
ejercicios de estilo con vidas y personajes entrañables.