APARICIO, JUAN PEDRO
El 18 de julio de 1936, mientras el coronel Aranda se alza contra la República en Oviedo, la capital del Principado de Asturias, a sólo unos kilómetros varios tigres se escapan del circo Franconi, acampado en la ciudad costera de Gijón, sede de los sindicatos obreros. El miedo a las fieras crece al mismo ritmo que la violencia desatada por la Guerra Civil, en una de las múltiples alegorías que contiene esta novela, una de las grandes obras de la literatura española del siglo XX. Pero La forma de la noche no es sólo un relato bélico: a través de la singular historia de amor entre un miliciano y una joven de la burguesía asturiana, aureolados como héroes por el fervor popular, Juan Pedro Aparicio indaga en las raíces que cimentaron la sociedad de los «cuarenta años de paz», dominada por la tiranía de los vencedores en connivencia con la jerarquía eclesiástica. Por primera vez aparece Lot, un territorio de ficción en el que los niños deben dar la espalda a las cuerdas de presos y los adultos tienen prohibido mirar atrás. Construida con muy depurada técnica, por su páginas desfilan personajes capaces de grandes actos heroicos y de las peores vilezas, una galería de tipos humanos ciertamente memorable, algunos de los cuales volverán a protagonizar otros títulos de un autor caracterizado por la potencia de su narrativa y un incisivo sentido del humor.
Juan Pedro Aparicio nació en León. De 1975 data su primer libro, El origen del mono y otros relatos, al que siguió su novela Lo que es del césar (1981). Con El año del francés (1986) consigue un amplio reconocimiento, confirmado con la concesión del premio Nadad en 1989 por su obra Retratos de ambigú. Del resto de sus novelas habría que destacar La forma de la noche (1994), elogiada por la crítica más exigente, así como las dedicadas a las andanzas del comisario Malo. Tristeza de lo finito (2007) es su último libro publicado. Ha cultivado también el ensayo, el artículo periodístico, el relato corto y el libro de viajes. Su libro El transcantábrico ha inspirado la puesta en marcha de un tren turístico con el mismo nombre. En 2005 recibió el Premio Setenil de Cuentos al mejor libro de relatos publicado ese año por La vida en blanco. Parte de su obra ha sido traducida al chino, ruso, inglés, alemán y otros idiomas. El juego del diábolo es su segundo libro de minificción o literatura cuántica, según él mismo propone.