BUJOLD, LOIS MCMASTER
Hermanos de armas es la quinta parte, cronológica, de la serie de mayor éxito de la moderna space opera. A los veinticuatro años ha de ser muy difícil mantener dos identidades: teniente de Barrayer y, casi por carambola, comandante en jefe de los mercenarios de Dendarii. Pero esa es la maldición secreta de Miles Vorkosigan, quién deberá hacer verdaderos juegos malabares para cumplir con esta imprevista e indeseada duplicidad de obligaciones. Perseguida por los cetagandanos, la Flota de los Mercenarios Libres Dendarii debe llegar a la Tierra para efectuar reparaciones. Este no es el único problema: no hay fondos para pagar esas imprescindibles reparaciones y, sobre todo, existe un peligroso complot para reemplazar a Miles por un doble, su clon Mark. Pero ¿en cuál de sus identidades piensan sustituirle? «Las aventuras de Miles Vorkosigan» es un agradable retorno a los temas y el tono ameno de la ciencia ficción campbelliana y supone la más famosa creación literaria de una de las mejores escritoras de ciencia ficción de aventuras de las últimas décadas. Las novelas que componen la serie han sido profusamente galardonadas con tres Premios Hugo a la Mejor Novela, un Premio Hugo al Mejor Relato, un Premio Nebula a la Mejor Novela y un Premio Nebula a la Mejor Novela Corta. Opinión:
«¿Cómo descomponer un talento como el de Lois McMaster Bujold en elementos analizables? Mejor no intentarlo. Prefiero decirles que si no la leen se van a perder algo extraordinario.»
Roland Green, Chicago Sun-times
Lois McMaster Bujold nació en Toronto, Canadá, en 1959. Estudió Antropología y Arqueología antes de matricularse en una escuela de escritura.
Desde que empezara a escribir en 1993, ha firmado algunas novelas con su nombre, Steven Lundin, pero ha conocido el éxito bajo su seudónimo, gracias a la saga de fantasía ?Malaz: El libro de los caídos?, calificada como la obra de fantasía más importante desde ?Canción de hielo y fuego? de George R. R. Martin.
El mundo de Malaz surgió de las mentes de Steven Erikson e Ian Cameron Esslemont para que fuera un guión cinematográfico. Ante la imposibilidad de llevar el proyecto a buen puerto, Erikson en solitario lo convirtió en la primera historia de la saga: Los jardines de la Luna, con la que consiguió un rotundo éxito.